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lunes, 18 de noviembre de 2013

SOBRE BRAHM DARSHAN, POR JORDI BAS VALL, ARQUITECTO DE LA ESCUELA POLITECNICA SUPERIOR DE ARQUITECTURA DE BARCELONA, AUTOR DE LOS LIBROS: DIOS SOMOS NOSOTROS Y EL ENCANTO DE LO IMPOSIBLE. DISEÑADOR Y PINTOR






















Tan sólo quiero ser
                       un niño

un niño pequeño      (1)

                                                                                                               
Un día comienzas a oír una música que no puedes localizar.
Que atrae, que embelesa, y acaba por sacarte del mundo.



Naciendo una melodía inconmensurable
              vuelvo una y otra vez a
                                 tus
                                 oídos    (2)


¿De dónde viene esta música?

¿Quién la interpreta?

¿Por qué se han fundido todos los acordes imaginables en un silencio polifónico hecho de millones d campanillas, el SILENCIO, que suenan sin parar, que no han tenido principio ni van a tener fin?
Y tú completamente perdido en la Inmensidad…



Nazco como la ola del océano
                que se mueve en él          (3)


Pero es un día de gloria inconmensurable.
El primer día que has tenido acceso a tu verdadera naturaleza: el SER. Lo que eres.



Desde la cumbre
               mi corazón late   (4)


¡Qué contradicción más rematadamente conmovedora! Yo que soy yo, con mis limitaciones, mis sentimientos enfrentados, mi tumultuoso universo emocional, de pronto, por un instante, tan sólo una décima de segundo, he oído el silencio del INFINITO y he dejado de ser yo.



Ahora me doy cuenta
que nunca he existido     (5)


Es el principio de una sed que primero sorprende y confunde, pero que luego se hace insaciable al principio, agotadora después, y del todo insufrible al fin.



                                                 y sin luz          quedaron a merced
                                                 del imperio de su propia sombra     (6)


Ha nacido y se ha estructurado el último deseo que va a tener la entidad ilusoria que eres, y muy pronto vas a dejar de tener sed. El último deseo.



La flor quiso volar fuera del tallo

¿es que acaso una hoja puede vivir sin su raíz?      (7)


Un deseo que muy pronto se transforma en devoción, un amor que ha trascendido lo que siempre hemos entendido por poseer y tener, y ha comenzado a experimentarse desde una profundidad individual hasta ahora desconocida.



La devoción no se practica

es la
espontánea realidad
                                                          que nace
                                                                                     de acercarse a mí         (8)


Un amor que ya es reconocimiento y respeto, vívido inicio de una esencia primeriza que nos conmueve por su exquisitez y sutileza: la nítida experiencia de la aurora.



No creo en ti
                              porque vivo tu presencia
                                                                                      tan tangible para mí         (9)


Una experiencia que muchas veces hace llorar a solas. Que transforma. Que expande. Que ilumina.



y llorar
cuando no te hallo         (17)


Son muchas horas de soledad acompañado de una presencia intangible que se intuye, que se anhela, que te funde con su Omnipotencia hasta ahora sólo presentida.



Ese suspiro que no termina nunca
y la melodía inagotable de mis fosas contra el aire         (10)


Presentida y augurada, pero que arrebata…



Los límites    ahora son luz
                 y fuego bendecido                          (18)


Hay que cruzar los desiertos y bordear los precipicios de la propia arrogancia, del propio egoísmo, de la propia miseria existencial, con serenidad, con entrega, con devoción, con alegría, con energía, con la más genuina experiencia de júbilo que desata la proximidad de la Inmensidad.



Es la canción que acuna

                                chiquillo escondido

                                tu flauta inacabable          (11)
   

Inmensidad que aguardas sin desfallecer, sin dudar, utilizando todas las estrategias que conoces para que la travesía no desfallezca, o pierdas el rumbo. Pero hay un final….



El aire se adelgaza
al final de la línea extrema

no lo retengas

déjalo ir                            (12)


De pronto, un día, sin mediar ningún esfuerzo, ninguna voluntad, ninguna palabra, ningún gesto, con infinita majestad, lo Inmenso, lo Absoluto, se abre delante de ti…



Tu cuerpo infinito busca unirse con el mío            (13)


Y es tanta la Realidad, la Dignidad, la Omnipotencia, la Bienaventuranza, la Felicidad, que ni siquiera puedes respirar, ni sorprenderte, ni alegrarte, ni saltar de gozo. Aquél que hubiera podido hacerlo, tú, ya no está, ni siquiera existía, era una encantadora ilusión, una fantasía del ego.


Puedo por fin
proclamar
mi no existencia      (14)

Si no te conviertes en Él
no podrás  entrar  en ÉL     (15)


Transformarse en lo Absoluto es un hecho que ocurre sin que nada se mueva de sitio: la Infinitud no se mueve, es lo que siempre hubo. Nosotros tampoco nos movemos, es lo que siempre fuimos. Se trata de un acto sencillo en lo Omnisciente. Íntimo en lo Omnipresente. Delicado en lo Omnipotente. Principio del proceso por el que la Diversidad se hace de nuevo Unidad. Lo Manifestado deviene lo Inmanifestado de nuevo como final de la evolución. La presencia de lo Absoluto, nuestra verdadera naturaleza, es tan apoteósicamente real, tan estremecedoramente inmensa, tan conmovedoramente auténtica, que como consecuencia se disuelve la idea que teníamos de ser una individualidad aislada, una persona, un ego hacedor y dominante. Este hecho, lo único que pasa realmente, no tiene nada que ver con la infinita majestuosidad del instante: se ha difuminado un pensamiento, una ilusión, nada que fuera relevante. Nada que valiera la pena. No ha pasado nada. Nada de nada. Toda aquella inmensidad eres tú, un Tú que ni siquiera es consciente de Sí Mismo porque es lo Absoluto. Eres ELLO.



Desaparezco   me desvanezco

Sólo   Tú    quedas

                     TÚ-YO-UNO                   (16)


De ahí el poderoso encanto y la insondable profundidad del libro de poemas Brahm Darshan de mi muy querido amigo Javier Ortiz Cabrejos.

Muchas felicidades por tu libro de poemas Brahm Darshan, Javier. En el eco profundo de sus versos puede sentirse con mucha claridad el silencio indescriptible que transmite la serena aurora del Infinito, que emerge imparable con Absoluta majestad en el universo manifestado y en nuestros corazones.

JGD



JORDI BAS VALL
ARQUITECTO Y URBANISTA
Escuela Politécnica Superior de Arquitectura de Barcelona
Maharishi University of Management, USA.
Autor de los libros: DIOS SOMOS NOSOTROS, EL ENCANTO DE LO IMPOSIBLE
Diseñador y Pintor.

NOTAS
1.- De el libro Umbral, Poema 9
2.- De el libro Ganga jal, Poema Krshn Bansuri Raag
3.- De el libro Ganga jal, Poema Shivoham
4.- De el libro Umbral, Poema 1
5.- De el poema Canción de las Formas
6.- De el libro Templos, Poema II
7.- De el libro Templos, Poema II
8.- De el libro Templos, Poema VI
9.- De el libro Templos, Poema V
10.- De el libro Cuerpo Celeste, Poema II, 6
11.- De el libro Cuerpo Celeste, Poema II, 8
12.- De el libro Versículos, Poemario Inmortal, Poema 3
13.- De el Poema Amor Libre
14.- De el Poema Canción de las Formas
15.- De el Poemario SILENCIO, Poema X
16.- De el Poema Canción de las Formas
17.- De el libro Recreo, Poema 1
18.- De el libro Cuerpo Celeste, Poema III, 2

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